Desigualdad de Genero en el ámbito laboral
La igualdad de género en el ámbito laboral es un concepto ampliamente utilizado, pero es cierto que aun se encuentran muchas irregularidades. En algunas empresas esa desigualdad se encuentra en el salario, otras en los cargos y en algunas otras en las tareas encargadas. A este concepto se le une el de igualdad de oportunidades, que se consigue cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades de prosperar y los mismos derechos.
Según la UNESCO, igualdad de género se define como “la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas y los niños”. En una empresa hombres y mujeres deben de tener los mismos derechos, como también las mismas opciones para a acceder a formación o a cargos de más relevancia. Una empresa tiene la obligación de cuidar esta situación, con el fin de conseguir un ambiente sano y aumentar la eficiencia de sus trabajadores.
Esta información a modo de ejemplo nos sirve para entender hasta dónde
llega la discriminación entre
hombres y mujeres en el plano laboral o cómo afecta la presencia
de desigualdad de género, y valorar qué aspectos han de ser cambiados en este
sentido:
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Las mujeres son las que más trabajan a tiempo parcial
Estos datos, ofrecidos durante la Conferencia Internacional “Trabajo y
Salud en la mujer”, organizada por el Instituto de Sindicatos Europeos
(European Trade Union Institute, ETUI) nos hablan de la gran diferencia en este
régimen de trabajo entre hombres y mujeres de 15 a 64 años. Esta diferencia
tan grande se puede basar en la necesidad de conciliación de las actividades
domésticas, que todavía se siguen considerando tarea de las mujeres,
que socialmente tienen menores capacidades de acceso al mercado laboral.
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Diferencias entre el trabajo formal y el trabajo en general
Las mujeres trabajen menos horas que los hombres en el ámbito formal, en
realidad gastan más horas en tareas que no son de ocio. Así, las labores
del hogar también cuentan como horas de trabajo, aunque no sean
pagadas. En este sentido, las mujeres realizan muchas más horas
laborales que los hombres, aunque no se las paguen.
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no sexista"
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El acoso en el trabajo, una realidad más visible para las mujeres
Acoso en el trabajo a hombres y mujeres. En el caso del género masculino,
esta práctica disminuye cuanto más alto es el nivel de estudios del trabajador,
pero esta tendencia no es igual en el caso de las mujeres, que de hecho se
dispara en los grupos de secundaria y educación preuniversitaria. Así, éste
es un factor determinante en las relaciones laborales de los hombres pero no en
las de las mujeres. ¡Debemos la vuelta a esta situación!
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Una gran brecha de actividad entre hombres y mujeres
Esta brecha no es tan grande en los primeros años laborales de ambos
géneros, pero se agudiza en el momento en el que la mujer se introduce
en la etapa de maternidad. Así, esta brecha supera el 25% en España a partir
de los 44 años, una cifra superior a la media europea.
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Las mujeres lideran el desempleo en España
La desigualdad de género en España se hace visible en el ámbito laboral.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística en relación a la encuesta de
población activa, la mujer está a la cabeza del paro en nuestro país.
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Menos mujeres a nivel parlamentario
La presencia de la mujer en el entorno parlamentario se ha incrementado en
las últimas décadas, pero ONU Mujeres indica que a pesar de ello, representa
solo un 22% de las y los parlamentarios de todo el mundo.
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Desempeña ocupaciones relacionadas con los roles de género
Los roles de género tradicionalmente han situado a la mujer ocupando cargos
relacionados con el cuidado del hogar, de los hijos o hijas, o familiares. Esta
idea preconcebida sobre la labor que puede desempeñar una mujer, puede tener
mucho que ver con que la mayoría de empleados domésticos a nivel
mundial sean precisamente mujeres. La Organización
Internacional del Trabajo señala que ellas ocupan más del
80% de estos puestos.
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Las mujeres ganan de media un 24% menos
Naciones Unidas nos indica que
todavía hoy, ellas perciben un salario inferior al varón. Es alrededor
de un 24% menor que el de ellos, aunque hay diferentes brechas
salariales según cada país. Si nos centramos en la desigualdad de género en
España, y miramos las cifras del INE, observamos que los hombres cobran
casi 6.000 euros más al año que la mujer. Esto se explica por los
salarios bajos y otros fenómenos, como la falta de acceso a puestos de responsabilidad,
que todavía se reservan al género masculino. ¡Increíble pero cierto!
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Más mujeres que reciben el salario mínimo
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 15,2% de las
mujeres ingresa solamente el salario mínimo o incluso cifras
menores, mientras que solo un 5,6% de los hombres se encuentra en esta
situación. ¿Cómo se explica esta diferencia?
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Mujeres más pobres
El riesgo de pobreza en el caso de las mujeres es de un 21,3%,
según datos del Instituto Nacional de Estadística, mientras que esta cifra en
hombres es de un 20,1% en España.
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Mujeres más vulnerables
Todos estos ejemplos de la disparidad entre hombres y mujeres en el ámbito
laboral como el desarrollo de trabajos más precarios o peor remunerados,
conllevan a una mayor vulnerabilidad del colectivo femenino y un considerable
riesgo de entrar en situación de pobreza o exclusión social. Ellas también
están a la cabeza en casos de pobreza, siendo 6 de cada 10
de las personas más pobres a nivel mundial, mujeres. ¿Y si hablamos
sobre estos datos de desigualdad en España? Son las mujeres jóvenes españolas,
con rango de edad de 16 a 29 años las que se encontrarían en mayor peligro de
padecer pobreza o exclusión. Es evidente que a la ciudadanía y a los gobiernos nos
queda mucho camino y mucho trabajo hasta convertirla en una realidad.
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Más mujeres dejan de trabajar tras el nacimiento de los hijos e hijas
El rol de cuidado de menores sigue correspondiendo al género femenino. Según datos del INE,
un 38,2% de las mujeres ocupadas deja su puesto con el nacimiento de su
descendencia, mientras que esta acción solo es llevada a cabo por el 7,4% de
los hombres, una costumbre que viene dada desde hace muchos años y que parece
que no cambia con el paso del tiempo. La desigualdad laboral en el
mundo y en nuestro país es una realidad que nos está costando erradicar. Las
consecuencias de esta discriminación pasan porque las mujeres sufran una
contratación precaria, la desigualdad en las prestaciones por desempleo,
desigualdad para acceder a puestos de responsabilidad dentro de las empresas y
una mayor tasa de paro femenino.
Todo esto provoca que el género femenino se empobrezca cada vez más,
y la crisis económica no ha hecho más que empeorar esta situación. En
realidad, en determinados grupos de edad, el acceso femenino al trabajo es muy
complicado y esto está provocando grandes diferencias entre géneros.
¡Queda tanto por hacer…!
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